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El paso del tiempo y las cervezas

Que las cervezas no mejoran con los años (o que deben necesariamente beberse jóvenes) es un gran gran mito. Acá les contamos cuáles guardar y por qué.
Por Marcelo Braga, propietario de Nuevo Origen Microcervecería

Hace unos días que circula en el famoso blog inglés sobre cervezas PencilAndSpoon.Com una cata vertical de la exquisita cerveza londinense Fullers Vintage Ale, desde el año 1997 al 2011. Sí, una cerveza de casi 15 años y que está en perfectas condiciones para ser disfrutada.

Esto me trajo la idea de comentarles acerca de algo que es poco difundido, o bien que existe una creencia generalizada que reza que las cervezas deben ser consumidas rápidamente.

Esto está bastante lejos de ser verdad; de hecho, muchísimas cervezas mejoran a través del tiempo. Los sabores y aromas se redondean mejor, es decir, maltas, lúpulos y levaduras coexisten en una perfecta armonía. El amargor y los aromas a lúpulo disminuyen y se da paso a perfiles más dulzones que en estilos balanceados hacia la malta quedan realmente bien. Sin embargo, no cualquier cerveza puede añejarse o no todas mejoran con el paso del tiempo.

Como primera medida, para que una cerveza evolucione bien durante el tiempo, tendrá que tener ciertas características, entre las cuales podemos enumerar un medio a alto contenido alcohólico (entre 7% y 12% está bien), almacenarse en condiciones óptimas, tener un buen porcentaje de maltas especiales u oscuras (lo que ayudará a que el tiempo redondee los sabores y aromas), entre otras.

Algunos estilos que son adecuados para consumirse varios años después de su elaboración son Barley Wines, Imperial Stout, Old Ales, Wee Heavy y ciertas lagers como Doppelbock o Eisbock. Otros estilos de cerveza de alto contenido alcohólico como las Imperial India Pale Ale, donde los lúpulos sobresalen, es mejor tomarlas jóvenes para que el paso del tiempo no nos diluya esos aromas típicos del lúpulo.

Finalmente estos estilos son adecuados para tomarlos en botella y a temperaturas más altas de lo normal, entre 10°C y 12°C sería lo adecuado, servidas en copas de vino o brandy.

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