Jancis Robinson es la mujer más influyente del universo vitivinícola. Es crítica de vinos y gracias a su rol de periodista ha ganado un admirable poder. Aquí, una charla exclusiva con la voz británica más autorizada.

Pertenece a la Orden del Imperio Británico y, aún no sabiendo exactamente de qué estamos hablando, al menos nos impone cierto respeto. De hecho, Jancis Robinson infunde algo más que consideración: es una de las periodistas más confiables del Reino Unido que ha sabido mantener una conducta verdaderamente intachable durante exactamente 35 años.

El recorrido de Jancis

Desde 1989 Jancis escribe su columna semanal en el Financial Times, además de haber editado The Oxford Companion to Wine, una enciclopedia icónica. Dentro de sus mayores logros, Robinson se alzó con el título de Master Of Wine y fue distinguida como la Personalidad del Año por la revista Decanter en 1999.

Hoy, dedica sus días a gestionar los contenidos de www.jancisrobinson.com y, cuando encuentra algún hueco en su agenda, se toma un tiempo para atender personalmente la cava privada de la Reina Isabel II del Reino Unido, a quien también asesora.

¿Cómo ve la «puja» de poder entre Francia y los Estados Unidos?

Creo que Francia fue culpable de ser muy lenta en darse cuenta de la amenaza comercial de los vinos del Nuevo Mundo, cuya comercialización ha sido mucho más sofisticada.

Y esa misma situación en Francia, ¿cómo se ha vivido?

Bueno, precisamente me sorprende el poderoso lobby anti-alcohol que se ha desarrollado en Francia y la poca resistencia que ha mostrado la industria del vino francés. Los franceses parecen tener dificultades para crear y comercializar los vinos por sus marcas, sin embargo, son maestros en impulsar terruños. Los nuevos productores mundiales de vino han tenido más dificultades para crear vinos longevos y complejos, pero más y más de ellos están emergiendo. Es un error caracterizar a todos los productores de vino del Nuevo Mundo como maestros tecnológicos sin sensibilidad artesanal, al igual que es erróneo suponer que todos los productores de vino franceses son artesanos.

¿Cree que el concepto de varietal pueda llegar a “destronar” el de terroir?

Creo que los vinos etiquetados como varietales ya han derrocado a aquellos cuyos nombres hacen mención a lugares geográficos porque los consumidores los consideran muchísimo más fáciles de entender. Sin embargo, algunos (de hecho, los mejores) vinos varietales son etiquetas que expresan su terroir.

El futuro

Por momentos, el mundo del vino parece saturado y, sin embargo, surgen constantemente nuevos países productores. ¿Cree que hay espacio en el mercado para ellos?

Hay definitivamente un lugar tanto para los vinos de los nuevos países productores como para los nuevos consumidores de aquellas regiones. China es probablemente el más poderoso, ya que tiene muchos posibles consumidores y ese foco de riqueza conocido como Hong Kong. Hong Kong ha superado ya a Londres como el centro de ventas de vinos en subasta más importante del planeta.

¿Qué opina de las críticas sobre la “estandarización” de los vinos en todo el mundo?

Creo que éste ha sido un problema en algún momento, pero hoy el péndulo se está alejando del puñado de variedades internacionales para moverse hacia una amplia gama de variedades indígenas de cada región.